Estoy haciendo un trabajo académico que me obliga a visitar asiduamente la web de Intereconomía. Desde luego es siempre una sorpresa y una fuente inagotable de sonrisas (no sé si por no llorar). En mi última visita he visto una infografía sobre el accidente de Ortega Cano. Durante un momento no he sabido en qué página estaba porque nunca publican infografías, ni para las elecciones del 22M las pude ver. En el dibujo aparecen dos coches, uno blanco y otro naranja (sin duda en la realidad será así, porque para unas cosas tanto y para otras tan poquísimo) colisionando, con mapa de localización incluido.
Desde luego Intereconomía es muy peculiar. El trabajo consiste en analizar los programas informativos de la cadena, porcentaje mucho más reducido que en el resto de cadenas, por otra parte. Pero es que te pones a analizar el telediario y eso no hay por dónde cogerlo. Antes de que los dos presentadores te cuenten la noticia de manera más o menos objetiva, un editorial ha hecho un comentario previo cargado se opinión y, la mayoría de las veces, malicia.
Y así va el país: los peperos se creen que la realidad es lo que el editorialista cuenta, y luego lo reproducen como si una opinión fuese información veraz. Me entran ganas de denunciar, si fuese posible. Cada individuo debería formular sus propios juicios sobre los hechos, pero si te los inyentan con jeringuilla es muy complicado discernir.
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